Introducción:
¿Una abrazadera rota y no tienes tus herramientas a mano? No entres en pánico. Aunque no es lo ideal, en una emergencia puedes reemplazarla usando un poco de ingenio. Te mostramos cómo hacerlo.
Paso 1: Libera la Abrazadera Vieja
Si la abrazadera vieja es del tipo de tornillo y no está demasiado oxidada, puedes intentar liberarla con objetos cotidianos:
Una moneda gruesa: Inserta el borde de una moneda en la ranura del tornillo y gírala usándola como palanca. Funciona mejor con monedas de buen tamaño.
La uña de un dedo o un cuchillo de plástico: Para abrazaderas muy flojas, puedes intentar deslizar la uña o un objeto plástico delgado debajo de la lengüeta del tornillo para levantarla y deslizarla.
Si la abrazadera es de resorte, simplemente junta las dos pestañas con los dedos para expandirla y quitarla.
Paso 2: Elige un Reemplazo Inteligente
La clave para una instalación sin herramientas es elegir la abrazadera correcta:
Abrazadera de Resorte (Muelle): Son las mejores para esta situación. Solo necesitas apretar las pestañas con los dedos para colocarlas y soltarlas. Se ajustan solas.
Abrazadera de Tornillo de Empuje: Un modelo moderno que se traba y se aprieta a presión con la mano. Búscalas en tiendas de autopartes.
**Paso 3: Coloca la Nueva Abrazadera (¡Apretón de Manos!)
Desliza la nueva abrazadera sobre la manguera.
Conecta la manguera firmemente en su accesorio.
Posiciona la abrazadera y, dependiendo del tipo:
De resorte: Aprieta las pestañas, colócala en su sitio y suelta. Hará su trabajo.
De tornillo de empuje: Empuja la lengüeta hasta que trabe firmemente.
Advertencia Importante:
Esta es una solución temporal. Una abrazadera ajustada a mano no tiene la misma sujeción que una con el torque correcto. Reemplázala por una abrazadera de tornillo bien apretada con la herramienta adecuada lo antes posible.